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Piezas naturales que perduran en el tiempo. Cuídalas bien.

Lavado y cuidado

Mantén todas tus piezas Sierra en perfecto estado con estos consejos generales de cuidado:

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Piezas de Alpaca:

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Para las piezas del hogar Sierra, el lavado a mano destaca como el método ideal para conservar sus textiles de lana de alpaca. Sin embargo, entendemos la necesidad de comodidad, por lo que el lavado a máquina también es una opción. Gracias a las cualidades antibacterianas y antiolores naturales de la alpaca, descubrirá que no necesitará lavar sus prendas de lana de alpaca con tanta frecuencia como las confeccionadas con otros tejidos. A menudo, basta con airear la ropa, con la ventaja añadida de ahorrar agua y energía.

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Es importante señalar que nuestros colores son totalmente naturales y no llevan tintes artificiales ni sintéticos. Esto significa que los tintes naturales son respetuosos con el medio ambiente, suaves con la piel y visualmente atractivos. Para garantizar la longevidad del color distintivo, también recomendamos lavar la ropa con la menor frecuencia posible. Cuando llegue el momento de lavar, especialmente si hay una mancha o un olor persistente, siga las instrucciones de la etiqueta de cuidado.

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Si sus piezas de alpaca requieren limpieza:

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  1. Lave suavemente a mano o a máquina en ciclo delicado con agua fría y un detergente suave para lana.

  2. Lave colores similares juntos. El tinte natural puede teñir el agua, pero el color de la prenda no debería verse afectado.

  3. Si lava la prenda a mano, enjuáguela con agua fría y elimine suavemente el exceso de agua apretándola.

  4. Coloque la prenda en posición horizontal para que se seque al aire.

  5. Al guardarla, opte por doblarla en lugar de colgarla.

 

Algunas consideraciones adicionales:

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  • Evite utilizar suavizante o lejía.

  • Evite la secadora o la limpieza en seco.

  • No retuerza ni retuerza el tejido.

Piezas de Lana:

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Normalmente, las prendas de lana requieren un mantenimiento mínimo, dada su naturaleza autosuficiente debido a las cualidades inherentes a la lana. Por supuesto, si tienes que lavar toda la prenda, no está de más un poco de cuidado extra.

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Minimizar el lavado de la lana:

A la hora de lavar sus preciadas piezas de lana, nuestro consejo es sencillo: lave lo menos posible, o tal vez nada en absoluto. Puede sonar poco convencional, pero las propiedades naturales antibacterianas y resistentes al olor de la lana hacen que a menudo no sea necesario lavarla, y a veces incluso se desaconseja. En su lugar, deja que tus prendas de lana respiren colgándolas al aire libre o dándoles un suave baño de vapor. Un consejo: cuélgalas en el baño mientras te duchas para obtener un doble beneficio refrescante.

Entre visita y visita en casa, mantén tus prendas de lana impecables con un cepillo suave para prendas. Un cepillado suave y longitudinal ayuda a eliminar el polvo y la suciedad, evitando que el tejido se desluzca y se manche más tarde.

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Manipula la lana con cuidado:

Cuando llegue el momento de lavar la prenda, sobre todo si tiene alguna mancha o un olor persistente, sigue las instrucciones de la etiqueta. 

Entre visita y visita en casa, mantén tus prendas de lana impecables con un cepillo suave para prendas. Un cepillado suave y longitudinal ayuda a eliminar el polvo y la suciedad, evitando que el tejido se desluzca y se manche más tarde.

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Opta por un lavado a mano delicado, en agua fría (unos 30 °C) y con un detergente adecuado para la lana. Algunas prendas de lana se pueden lavar a máquina con un programa de lavado a mano (30 °C) o un programa específico para lana (consulta siempre las instrucciones precisas en la etiqueta). Si puede lavarlas a máquina, hágalo por separado y con prendas de lana de colores similares para preservar la belleza de cada pieza.


Después del lavado, es fundamental que coloques las prendas planas sobre una toalla para que mantengan su forma. Si las cuelgas mientras se secan, pueden estirarse, y si las secas en secadora corres el riesgo de que se encojan mucho y se sequen las fibras. Una vez tendida, asegúrate de estirar suavemente la prenda para devolverle su forma original, prestando atención a las costillas y la longitud que puedan haberse contraído durante el lavado. Es conveniente tomar nota de la forma de la prenda antes de lavarla.Por último, asegúrese de que esté completamente seca antes de guardarla.
 

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